Cómo una auditoría genera valor a una empresa

9 de enero de 2024 por
Cómo una auditoría genera valor a una empresa
BORNER CORPORATION ING, Jorge A. Gonzalez F.

Es menester de una compañía velar por la idoneidad de los procesos internos y por eso que en cualquier empresa, nombrar la palabra auditoría es sinónimo de ponerse alerta, por lo que se vuelve necesario prestar atención en todos los procesos financieros, contables y administrativos, entre otros.

Las auditorías surgieron durante la Revolución Industrial, en el siglo XVIII, y su fin era encontrar un posible fraude en las cuentas de las organizaciones. A partir de ahí el proceso evolucionó hasta convertirse en un sinónimo de calidad.

 

Qué es la calidad empresarial

La calidad es una ventaja competitiva para las empresas que se han identificado con ella. Y cuando la gerencia se encuentra plenamente identificada con su alcance y sus repercusiones, puede generar grandes cambios. Esto se aplica tanto a los procesos como a la parte contable y financiera.

Llegar a fomentar una cultura financiera requiere de tiempo y dedicación. Pero una vez que se ha inculcado, ayuda a la gerencia a estar atenta a su comportamiento, cuidando la forma en que se mantiene, los costos e ingresos y detectando debilidades y posibles fraudes.

Por lo tanto, la auditoría es una importante actividad que permite a las organizaciones mejorar sus balances en forma continua. Pero existen dos importantes tipos de auditoría. Miremos cada uno de ellos.

 Tipos de auditoría

Las auditorías pueden ser tanto internas como externas a la organización.

Auditoría interna

Tiene como propósito verificar si las actividades relacionadas con la calidad se corresponden con las especificadas en el sistema. Esto permite verificar que tanto los balances como los números y actividades que desarrolla el personal de la empresa son correctos. Las acciones conectivas después de una auditoría interna deben documentarse.

Auditoría externa

Tiene el mismo propósito que la auditoría interna, pero con la diferencia de que es realizada por un auditor independiente, es decir que no pertenece a la organización.

En este caso, el auditor debe tener la capacitación adecuada para desempeñar este cargo tan importante, además de la experiencia necesaria, ya que de esto depende que obtenga resultados valederos para realizar el informe final. Las etapas de la auditoría de calidad son: planificación, ejecución, informe y seguimiento. La auditoría financiera proporciona información valiosa a la dirección de la empresa para la toma de decisiones en cuanto al mejoramiento continuo.

Otros tipos de auditoría

Más allá de las auditorías internas y externas, en la revisoría fiscal se entrelazan tres tipos de auditorías. Estas permiten lograr un objetivo común: la revisión integral.

Dicha revisión permite obtener resultados previsivos y preventivos que lleven a tener un control de riesgos oportuno. A partir de ahí se tomarán las decisiones que potencien la productividad de la compañía.

Auditoría financiera

Básicamente es una auditoría contable, que expresa un concepto acerca de lo razonables que pueden ser los estados financieros. Es decir, que muestren la realidad económica de la empresa al finalizar un ejercicio contable.

Para ello se evalúan cuatro criterios:

  1. Verificar si la contabilidad se lleva de acuerdo con las normas legales y con la técnica contable indicada.
  2. Debe certificar la correspondencia, los comprobantes de cuentas y los libros de registro de acciones. Estos se tienen que conservar debidamente.
  3. Garantizar que el balance y el estado de pérdidas y ganancias hayan sido traídos con fidelidad de los libros.
  4. Exponer las reservas y salvedades, de acuerdo con la fidelidad de los estados financieros.

Auditoría de cumplimiento

El objetivo de esta auditoría es garantizar que las operaciones de una empresa se hayan ajustado al marco regulatorio. En Colombia este marco está conformado por la ley, los estatutos sociales y las decisiones de los órganos sociales de las organizaciones.

El artículo 207 del Código de Comercio expresa la responsabilidad sobre los dos últimos ítems expuestos.

Por su parte, es responsabilidad del revisor fiscal constatar si las operaciones realizadas por la compañía como ente económico están sujetas a lo dispuesto en las normas legales y estatutarias.

Esto se debe concentrar en las operaciones financieras y contables. De esa manera el auditor podrá emitir su opinión. Dicho veredicto debe estar en línea con lo dictaminado por la asamblea general de accionistas y la junta directiva.

Auditoría del sistema de control interno

En esta auditoría, el revisor fiscal debe realizar los procesos de revisión a los sistemas de control interno, así como a la administración de riesgos que haya implementado la empresa.

Durante este proceso se debe evaluar la eficiencia, así como la reducción de riesgos en los sistemas de control interno. Además, es necesario tener en cuenta los sistemas de administración de riesgos.

Dentro de los procedimientos de auditoría, se puede señalar la pérdida de activos operacionales y financieros. Esto sirve para preparar y difundir una información financiera de alta calidad. Allí se deben mostrar los resultados de la administración de los recursos de la empresa, así como los riesgos que pueden afectar de manera relevante a la entidad.

Es esta información la que puede ser de gran utilidad para tomar decisiones, así como para lograr cumplir integralmente con las responsabilidades de revisoría fiscal.

En este proceso de auditoría, el revisor puede tener en cuenta o utilizar los informes que se hayan realizado a partir de la auditoría interna.

 

 

Cómo la auditoría potencia una empresa

La idea de una auditoría es detectar las “no conformidades”. Estas son las discordancias entre lo que exige la norma, definida en el manual de Calidad, y cómo se opera en realidad dentro de la compañía.

El uso adecuado de la auditoria trae grandes beneficios para la actividad económica y la economía de una empresa. Una clave es no fiscalizar o buscar culpables, ni hacer acusaciones. Por el contrario, podemos verificar que la compañía marche conforme el trabajo se ha protocolizado.

Ahora, con los datos recopilados en la auditoría, se puede decidir si es necesario introducir mejoras. Gracias a los procesos controlados y verificados en la auditoría, se sacan conclusiones que de otra manera no tendrían soporte. Ya sea en el entorno operativo o financiero, esto nos permite mejorar nuestro sistema de calidad. Por último, contaremos en nuestras manos con información vital para tener un juicio real a la hora de hacer nuevas inversiones.


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