Dependiendo de la situación y de la empresa, las necesidades varían, pero tanto la consultoría contable como la auditoría contable juegan un papel importante en las decisiones que afectan el desempeño empresarial. El consultor contable y el auditor se complementan. Clasificamos los dos roles, que a menudo se confunden.
¿Cuál es la diferencia entre ambas actividades?
Tanto el consultor contable como el auditor participan en la contabilidad de la empresa. La diferencia es que uno examina el trabajo del otro y que el enfoque del trabajo es interno a uno y externo al otro. ¿Sabes quién hace qué?
La consultoría contable y las operaciones del día a día
El consultor contable prepara la contabilidad actual. Esto incluye, por ejemplo, conciliaciones mensuales, IVA, estados financieros, informe anual y declaraciones. En las operaciones diarias, durante todo el año, el consultor contable está en el sitio y realiza un seguimiento de lo que está sucediendo aquí y ahora.
Sentirse seguro de que la contabilidad está gestionada y de que todo está bajo control es extremadamente importante para poder concentrarse en el negocio principal y tomar la decisión correcta. El consultor contable lo ayuda como empresario a producir documentos de decisiones financieras y también se asegura de que cumpla con las leyes y regulaciones. Tener orden en la contabilidad es imprescindible para usted como empresario: las consecuencias de la falta de cumplimiento pueden ser costosas.
Cuando surgen preguntas relacionadas con las finanzas, no es raro que sea el consultor contable al que usted como empresario se dirija. El consultor contable le ayuda a tener control sobre las finanzas y poder tomar decisiones informadas. Si también recurre a un asesor contable autorizado, puede estar seguro de la calidad del trabajo y de tener acceso a una opinión cualificada.
El auditor contable y los socios externos
El auditor es la persona que revisa la contabilidad y el trabajo realizado por el CEO y el Directorio durante el año. El propósito del trabajo del auditor es crear credibilidad ante las partes interesadas externas que desean hacer negocios con la empresa. Puede tratarse de nuevos socios comerciales, alguien que esté interesado en comprar la empresa o que tenga algún otro interés en la empresa. Que una empresa haya sido auditada es un certificado de calidad que facilita la evaluación.
El trabajo del auditor se lleva a cabo a nivel general. Las evaluaciones se realizan sobre la base de la razonabilidad y la materialidad. La gestión del año se revisa de forma aleatoria y si algo se desvía, se investiga más a fondo. Básicamente, se trata de tener una función de control adicional para que sea más fácil para todas las partes del mundo empresarial. En su informe de auditoría, el auditor declara si la contabilidad es confiable y certifica, de ser así, que ha sido preparada de acuerdo con los requisitos especificados por la ley y de acuerdo con las prácticas de la industria y las buenas prácticas contables en general. Y recuerde: el auditor y el consultor contable nunca pueden ser la misma persona porque, en ese caso, el auditor revisaría su propio trabajo.
Consultoría o auditoría
Es normal que a medida que su empresa crece, haya más y más partes interesadas en su desempeño. Por eso, también debe presentar cifras anuales más confiables a todos los interesados. Las partes interesadas incluyen proveedores, clientes, empleados, aseguradoras de crédito, bancos y autoridades fiscales. Deben poder confiar en el hecho de que las cuentas anuales dan una imagen adecuada de la realidad. El auditor contable verifica las cuentas anuales presentadas por la empresa y por consultor e informa sobre esto en el llamado «informe de auditoría».