Realizar un proceso de control es una de las prácticas más importantes en cualquier empresa, tanto con una auditoría externa como una interna. La constante evaluación del funcionamiento de la compañía ayuda a prevenir futuros fallos y a mejorar la productividad.
Aunque la auditoria interna ayuda a encontrar los puntos a mejorar con mayor rapidez, la auditoría externa nos dará un diagnóstico más preciso y, sobretodo, imparcial. En esta parte, profesionales auditores procedentes del exterior evalúan que una compañía funcione correctamente con relación a los procesos que asume y su marco normativo. Para que esta nos dé los resultados esperados, es necesario ser muy exhaustivos a la hora de encargar esta labor.
Cómo escoger un auditor externo
Lo más relevante a la hora de escoger una persona para realizar una auditoría externa es su idoneidad. En este caso, debe ser un experto en el área, que de preferencia sea totalmente externo a la organización.
De la auditoría externa depende el correcto funcionamiento de la empresa, por lo que esta labor no se le puede designar a cualquiera.
Características de un profesional de la auditoría externa
Un auditor externo debe contar con las siguientes características:
No pertenecer a la organización. Así, su opinión es totalmente independiente al organigrama y modelo empresarial de la compañía evaluada.
Una de sus labores más importantes es la de denunciar los casos o conatos de negligencias e incumplimiento de normativas. Ser ajeno a la entidad lo hace inmune a posibles casos de fraude, o cualquier situación que afecte a la empresa.
La principal diferencia entre una auditoría externa y una auditoría interna, se debe a la procedencia del auditor profesional. Es gracias a su relación nula con la compañía que les permite realizar una labor de análisis.
De allí que su documento de auditoría será válido frente a organismos oficiales u otras empresas, de ahí la importancia de su idoneidad.
En muchos casos, este proceso atiende a las normativas oficiales, que exigen una auditoría para certificar la calidad empresarial. Aunque esta iniciativa deba surgir como un proceso de mejoramiento propio.
Ventajas competitivas de realizar una auditoría externa
Es importante reconocer las ventajas de una auditoría externa de acuerdo a los Dos tipos que existen.
- La de segunda parte.
Esta es solicitada por un cliente antes de adquirir un servicio o producto determinado.
- La de tercera parte.
Es llevada a cabo por alguna organización certificada y con crédito, garantizando su independencia y profesionalidad.
Una vez identificados estos dos tipos, veamos qué ventajas generan.
Las auditorías externas permiten a la compañía obtener ciertas ventajas en el mercado y frente a sus competidores.
Una de estas ventajas es poder certificarse como una empresa con procesos de calidad y debidamente auditados. Esto le permitirá acceder a distintas ofertas estatales, así como demostrar la calidad empresarial y, sobretodo, seguir funcionando.
Otra ventaja, es prevenir procedimientos erróneos, fraudulentos o ilegales que se lleven a cabo dentro de la organización. Esto le permitirá mejorar su productividad y eficiencia en la optimización de los recursos.
Para finalizar, una auditoría externa con profesionales de calidad, apalancará el crecimiento sostenido de la compañía a largo plazo.