En países donde la tasa de interés es muy alta, las empresas suelen tener problemas en sus flujos de caja. Por esa razón, cuando se contrae un pasivo hay que determinar si su costo no superará la rentabilidad del negocio. Si esto llegara a suceder, es probable que tenga problemas en su flujo de dinero. De allí la importancia de interpretar de manera correcta los datos de esta cuenta reflejados en el informe financiero.
¿Qué son los pasivos y cómo se clasifican?
Los pasivos son una de las fuentes de financiamiento a la que recurren las empresas para llevar adelante sus operaciones. Estas obligaciones se caracterizan por tener un costo financiero: la tasa de interés.
Un pasivo se clasifica según su fecha de vencimiento en pasivos corrientes y pasivos a largo plazo. Los corrientes son todas las obligaciones que se deben cancelar en un período inferior a un año: cuentas por pagar, impuestos, sueldos y salarios, entre otras. Mientras que los pasivos a largo plazo son las deudas cuyo vencimiento es superior a un año como préstamos bancarios.
En el entorno empresarial colombiano, la tasa de interés promedio para microcréditos se ha mantenido por encima del 30 % en los últimos años de acuerdo con el Instituto Nacional de Contadores Públicos (2020). Esto quiere decir que una rentabilidad inferior de sus activos puede conducir a una situación de insolvencia.
3 errores que no puede cometer en la lectura del pasivo
1. No conocer el costo del pasivo
El pasivo está integrado por un conjunto de transacciones económicas que pueden diferir en su origen. Por ejemplo, las cuentas por pagar a proveedores, sueldos y salarios, préstamos con instituciones nacionales o internacionales. Esto hace que las condiciones en las cuales se adquieren estas deudas u obligaciones difieran en su costo y en su nivel de exigibilidad. Cuando desconoce el costo del financiamiento de un pasivo no puede jerarquizar el pago de la deuda. Tampoco puede valorar si el tipo de financiamiento es el más conveniente.
2. No reconocer omisiones importantes
Al desconocer las prácticas contables de una empresa es fácil llegar a falsas apreciaciones sobre sus obligaciones. Por ejemplo, una empresa que ignora el costo de sus aportes laborales no lo registra en su balance general. Esta omisión puede conllevar a que se subestime el costo de la nómina y la empresa se exponga a sanciones graves y onerosas.
3. No verificar la clasificación del pasivo
Si un pasivo a largo plazo es clasificado por error como corriente, el financiamiento de su empresa se puede ver afectado. Muchos inversionistas toman esta decisión con base en indicadores financieros como la liquidez y el capital de trabajo. Cuando por error una obligación a largo plazo se registra como corriente, estos indicadores reflejan una situación inestable en la salud de su empresa.
Para una lectura correcta de los pasivos en el informe financiero es necesario adquirir conocimiento sobre el tema contable. El entendimiento y la práctica le permitirán tener una imagen más clara sobre la situación financiera de su negocio.