Disponer de un asesor jurídico en tu empresa es absolutamente fundamental por varias razones, entre las que debemos tener en consideración la solución de los problemas legales que ya se hayan desatado y, por otra parte, el aspecto preventivo. Ahora, dependiendo del tamaño y los recursos de la empresa, el abogado puede ser un empleado de planta o bien un asesor legal externo.
Para ello se deben tener en cuenta algunos aspectos. Si se trata de una organización de gran tamaño y de recursos considerables, lo más adecuado es contar con varios asesores. Así las cosas, lo conveniente será tener un departamento jurídico, que disponga de abogados especializados en varias áreas del Derecho, como son el comercial, el civil, el laboral e, incluso, el tributario.
Ahora, como Colombia es un país en el que proliferan las leyes por excelencia, la mejor de todas las opciones es disponer de las dos modalidades. De esta manera, es necesario tener un departamento jurídico y, más apremiante aún, un bufete de abogados externos en el que haya asesores legales versados en varias ramas de Derecho, como las que ya hemos mencionado.
Entonces, respecto al aspecto preventivo ya citado, será extremadamente útil para aspectos como la revisión de los contratos de trabajo de todos los empleados, además de la terminación de estos. Como tú no querrás sorpresas desagradables a futuro, es imprescindible saber que la terminación de un contrato de trabajo se hizo dentro de los lineamientos legales.
Este es solo un ejemplo de tantos que podríamos mencionar, ya que en materia de impuestos y en el ámbito del Derecho laboral el factor preventivo te podrá evitar grandes dolores de cabeza.
¿Para qué otros factores un abogado es imprescindible en todas las empresas?
- Para infinidades de asuntos adicionales, como es el caso del derecho comercial. Ello, en vista de que el 95 % de las empresas en nuestro medio son mercantiles y, por ello, la inmensa mayoría de sus actos son precisamente comerciales.
- Un abogado especialista en Derecho mercantil será necesario, además, para atender los aspectos que atañen a la relación de los socios entre sí.
- Otra de las especialidades necesarias es el Derecho tributario, una rama que, por cierto, es bastante compleja. Además, es necesario tener en consideración que las multas por evasión y/o elusión de impuestos son muy altas en nuestro medio.
- El Derecho civil no se puede perder de vista, dado que ninguna empresa está exenta de incurrir en responsabilidad civil extracontractual. Por ejemplo, si un vehículo de determinada organización atropella a un peatón causándole lesiones personales graves, el asunto se podría tornar extremadamente gravoso.
¿Cómo se debe elegir el bufete o el abogado externo?
Muchos presidentes, gerentes o directores de las empresas tienen la tendencia de pedirle a alguien que le recomiende a un abogado cuando el problema legal ya se ha causado. Este abogado, a su vez, le dirá que le recomendará a un amigo y podrás terminar acudiendo a un abogado inexperto.
Por las razones que acabamos de mencionar, lo más recomendable es optar por un bufete de asesores legales externos que disponga de prestigio y reconocimiento en la plaza. Es posible que esto resulte algo costoso, pero es mejor que hagas el gasto y no que, por un mal manejo del problema legal, tengas que desembolsar una enorme suma de dinero en el futuro.
Concluyendo de momento, anotemos que lo más indicado, por no decir imprescindible, es que tu empresa tenga uno o varios abogados que te asesoren de manera permanente. Esto permitirá que trabajes con la tranquilidad que tu empresa requiere. Si, por ejemplo, una de tus funciones es incrementar las ventas, no querrás tener que estar pendiente de la legalidad de un despido.